La política tiene varias definiciones, todas ellas se podrían resumir en una que escuche mencionar a varias personas dedicadas a la política el siglo pasado. Su definición es muy clara, decían que “…la política es el arte de lo posible…”, a lo cual yo le agregaría ( para lograr los acuerdos necesarios con el objetivo de gobernar un país ) y todo en un marco democrático.
Vale decir que el objetivo principal de la política y de un gobierno digno, es el de preservar los intereses generales de los habitantes de ese lugar tendientes a la felicidad de ese pueblo. Todo ello en el respeto a la constitución y la ley, marco indispensable para cualquier tipo de actividad. Siempre es necesario manejar claramente las reglas del juego y tener claro que nadie por ningún motivo se pueda considerar por encima de las leyes.
Por todo eso y algunas otras consideraciones es que me resulta algo ofensivo, arrogante e ilegal, cuando un grupúsculo de políticos considera que la política está por encima de la constitución y de la ley. Son esos mismos que se consideran interpretes del sentir popular, los altavoces de la gente común. Y en realidad ellos mismos son prisioneros de sus propios delirios, construidos sobre bases falaces a lo largo de los años, durante los cuales además han ido aprovechando los altibajos de esos pueblos.
En muchos aspectos es una falta de respeto a la sociedad y a las personas que los votan, pues hacer un abuso tan grosero de la democracia y las normas que los rigen es algo intolerable desde todo punto de vista. Si alguien quiere hacer cambios en las normas, la propia constitución establece los mecanismos, las reglas de juego están muy claras. Solo tienen que seguir las formulas establecidas, trabajar duro y con dignidad para lograr lo que buscan. Que particularmente espero sea algo muy estrechamente ligado a la mejora del bienestar, la convivencia, el regocijo y la felicidad de los pueblos.
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