La segunda salida de la mañana, me plantea una gran diferencia, en esta oportunidad se hacía imprescindible el paraguas que aún sigue siéndolo, pues si bien ya estoy en casa, bien abrigado y escribiendo, todavía siento la humedad en las piernas, de la rodilla hacia abajo me mojé bastante.
Por otra parte ya tengo las demás cosas encaminadas para preparar de comer, fui haciendo todo poco a poco, sin apremios, poniendo en cada tarea mucho cariño y esmero, haciendo todo con alegría, ilusión, buena onda, optimismo y felicidad. Y en mi experiencia, así las cosas salen mejor, hasta los errores son más llevaderos.
Caminando bajo la lluvia voy aprovechando el día, disfrutando y gozando el paseo, hasta la llovizna y el viento cruzado que mojaba todo de cintura para abajo. Es simplemente aceptar que muchas cosas no dependen de nosotros y tenemos que adaptarnos, buscar el modo de superarlas, si es posible evitarlas, en fin para eso tenemos nuestras distintas capacidades y talentos.
Prestando atención a lo que la vida nos va poniendo en el camino y con esas habilidades innatas que todos tenemos, en nuestras manos está extraer de cada cosa la energía positiva para cargarnos las pilas y activar nuestras emociones positivas. Para impulsarnos a compartir todo eso con nuestro entorno, algo que seguramente nos resultará gratificante y además será ejemplar.
Les mando un abrazo!!!!!
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