Ahora mismo, por la tarde, mientras hacía algunas cosas por casa, me acordaba de unos olores que percibí hoy por la mañana cuando volvía a casa desde Noia. Fue justo cuando pasaba al costado de unos botes amarrados al malecón, allí sentí ese olor característico de pueblo marinero, ese aroma a brea, que en su mezcla con el agua salada, la caballería y los restos de la pesca, me transportan a la infancia, a mis primeros contactos con la mar, con los barcos, con la pesca artesanal. Esos recuerdos a su vez me traen el recuerdo de mi padre y la alegría, la ilusión, la buena onda, el optimismo y la felicidad que le generaba todo ese mundo marinero.
Muchas veces, me invaden los recuerdos y así voy aprovechando el día, rememorando cosas que de algún modo me han marcado, situaciones, personas de las que aprendí algo importante para mi vida. Gran parte de ellas las comparto con mi entorno cercano y aquí en el blog, pues me parecen importantes, desde el momento que me han sido útiles, entre otras cosas, la importancia de las emociones, de los sentimientos más allá de la razón en la vida cotidiana. Vamos a vivir, a disfrutar y gozar lo que tenemos.
Les mando un abrazo!!!!!
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