Una tarde por las islas Cíes, un recuerdo imborrable, muy agradable en cuanto al paisaje, en cuanto a la temperatura y en todo lo que significa desde el punto de vista de la naturaleza. Ante tanto frío, necesitaba un choque de calor y algunas veces en los recuerdos podemos tener ese refugio seguro, donde sentirnos abrigados y a buen recaudo. Son esos puntos de la memoria que nos auxilian en el proceso de generar alegría, ilusión, buena onda, optimismo y felicidad.
Aprovechen el día, aún queda mucho por hacer, por disfrutar y gozar, hay tantos sucesos, tantas cosas que se van alternando a lo largo del camino y en casi todas ellas siempre existe ese elemento, ese detalle mágico, deslumbrante, con la suficiente capacidad para despertar nuestras emociones positivas y ponernos a tope. No dejen pasar esas oportunidades, son únicas y recuerden que compartir es algo muy gratificante y además es ejemplar para nuestro entorno.
Les mando un abrazo!!!!!
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