Por la tarde, además de hacer una gran cantidad de tareas domésticas, de dio tiempo para cocinar algo rico, salieron unos alfajores de maicena con dulce de leche y coco. Es la primera vez que los hago y modestia aparte, quedaron exquisitos, además de resultar muy sencillo, en el momento de la foto, justo llegó Rosa que no pudo resistir la tentación, una tarea que genera alegría, ilusión, buena onda, optimismo y felicidad, pues este tipo de tareas se hacen pensando en los demás.
Y ahí vamos yendo, aprovechando el día, haciendo cosas que se nos van ocurriendo a medida que vamos avanzando por el camino. Algo que se suma a otras cosas que surgen en ese mismo trayecto, de las que se trata de extraer lo mejor de cada una de ellas, su esencia, su energía vital con la que alimentar nuestra alma y hacer aflorar nuestras emociones positivas como máxima expresión de nuestra fuerza interior.
Sigo así mi sendero con el rumbo fijo hacia ese ser feliz, compartiendo todo lo que voy sintiendo, exponiendo mis métodos, dejando constancia de que es posible si somos capaces de ponernos manos a la obra con fuerza, con ganas y actitud positiva, Al mismo tiempo ese acto generoso, desinteresado, solidario y valiente de compartir todo eso, resulta sumamente gratificante y ejemplar para quienes observan con atención.
Anímense a intentarlo, es algo que vale la pena.
Gracias por estar ahí!!!!!
Les mando un abrazo!!!!!!
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