Ayer por la tarde, estábamos en Valença, dando un paseo por la fortaleza después de comer algo por allí. De ese modo, rematábamos el paseo por el norte de Portugal con Andrea y Jorge, que a estas horas ya están por Salamanca disfrutando de otro hermoso lugar. Nosotros ya estamos en casa, con la calefacción encendida, generando alegría, ilusión, buena onda, optimismo y felicidad, al mismo tiempo que recordamos aquellos gratos momentos vividos con nuestros amigos.
Y por allí íbamos yendo ayer, aprovechando el día, disfrutando de esas hermosas vistas de la frontera, de ese río Miño y el pueblo de Tuy, que hemos visitado en otras oportunidades. Así también disfrutamos de todo lo que nos encontramos en el trayecto, de cada cosa extraíamos algo que nos generaba esa energía con la que hacíamos aflorar todas esas emociones positivas, que al mismo tiempo nos hacía sonreír estridentemente.
Así es que sigo en mi camino, poniendo ese piloto automático hacia ese rumbo fijo, donde el ser feliz es vital. Es ese norte constante y recurrente, que les recomiendo y les aliento a intentar en cada ocasión que puedo. Anímense a dar ese primer paso, vale la pena.
Gracias por estar ahí!!!!! Gracias por compartir!!!!! Gracias por intentarlo!!!!!
Les mando un abrazo!!!!!
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