La tarde lluviosa nos inspira y luego de una buena siesta, se nos ocurrió preparar algo rico para merendar. Por eso salieron unas magdalenas, teníamos todos los ingredientes en casa y es algo que se puede hacer rápidamente, además es una tarea agradable, que compartimos Rosa y yo, mientras generamos alegría, ilusión, buena onda, optimismo y felicidad.
Y por ahí vamos yendo, aprovechando el día, haciendo cosas que nos llenan, que nos aportan algo positivo, en las que disfrutamos desde el principio, con la elaboración y más tarde cuando se encuentren frías ya las vamos a probar tomando un café. En todo ese proceso, se van haciendo aflorar todas esas emociones positivas que compartimos con mi esposa y que ahora me propongo compartir con todos quienes leen el blog.
Así seguimos por nuestro camino, con rumbo fijo hacia ese ser feliz, sobre el que tanto insisto y que tanto les animo a intentar. Vale la pena dar ese primer paso.
Gracias por estar ahí!!!!!
Les mando un abrazo!!!!
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