Y después de comer, comenzamos la tarde algo tormentosa sin posibilidades de salir a caminar, ni de hacer cosas al aire libre. Eso nos hizo agudizar el ingenio y nos pusimos a hacer varias cosas por casa, ordenar, limpiar y preparar todo para el invierno que pronto tendremos encima. Toda esa actividad, nos hizo consumir la energía que comimos a medio día, nos hacía falta algo más para tomar un café y ahí salieron esos alfajores de maicena, que hicimos con alegría, ilusión, buena onda, optimismo y felicidad, conformando un gran equipo con Rosa, que hoy no quiere salir en las fotos.
Ahora ya tenemos el café pronto y nos pondremos manos a la obra, aún no probamos los alfajores, por tanto como se podrán imaginar, tenemos muchas ganas de dar buena cuenta de ellos. Después ya les contaré el resultado de la degustación, de momento nos pondremos a disfrutar de nuestro duro trabajo.
Gracias por estar ahí!!!!!
Les mando un abrazo!!!!!
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