A la tarde, después de una siesta, nos fuimos hasta Santiago de Compostela, entre otras cosas para dar un paseo, tomar algo y hacer algunas compras. Pasamos gratos momentos por allí, que ahora mismo, mientras estoy escribiendo y con la memoria fresca, aún siento los aromas, los sabores y la brisa fresca en mi rostro. Todo eso me vuelve a generar alegría, ilusión, buena onda, optimismo y felicidad.
Y por ahí vamos yendo, aprovechando el día, disfrutando de todo lo que la vida nos va dejando a lo largo del trayecto. Al mismo tiempo nos estamos preparando para salir nuevamente, quedamos para ir a cenar dentro de un rato con amigos y es algo que nos entusiasma, nos emociona y ayuda en el proceso de hacer aflorar nuestras emociones positivas.
Seguimos así por nuestro camino, con ese rumbo fijo hacia el ser feliz constante y recurrente, que les planteo en cada publicación. Anímense, vale la pena intentar ese primer paso, dejen de lado los miedos.
Gracias por estar ahí!!!!! Gracias por compartir!!!!! Gracias por intentarlo!!!!!
Les mando un abrazo!!!!!!
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