La hermosa mañana transcurrió en distintos escenarios de Noia, en los cuales fui haciendo mis tareas cotidianas y algunas gestiones para mi esposa. Así fue desde casa a la alameda y luego a la plaza de abastos, regresando a casa por el malecón, en donde pude presenciar en directo, los trabajos de excavación en la zona del Museo del Mar. Todo fue ameno, intenso y sin contratiempos, ideal para generar alegría, ilusión, buena onda, optimismo y felicidad.
Ahora mismo hemos terminado de comer el producto de todo ese trabajo de la mañana, que afortunadamente quedó muy bien. Hice unas cocochas de bacalao al pil-pil con guisantes espectacular, y así vamos aprovechando el día, disfrutando de cada cosa que hacemos a medida que avanzamos por nuestro camino.
Encararemos la tarde con las baterías recargadas y con muchas tareas por hacer, apenas termine de publicar estas líneas, ya saldré al sendero a por más felicidad para compartir.
Les mando un abrazo!!!!
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