A la tarde fui hasta Noia para comprar unas cosas que nos faltaban, más allá de algunas gotas, la caminata me hizo muy bien. Y a la vuelta, un señor me interrogó sobre mi parálisis facial y al mismo tiempo me contó que él también sufre el mismo problema desde hace más de cuarenta años, intercambiamos experiencias y los orígenes del problema de cada uno en una charla muy agradable y amena.
Solo lo conocía de verlo por el pueblo y de saludarlo como hago habitualmente con quienes me voy encontrando en el camino, supongo que es parte de la cosecha de sembrar alegría, ilusión, buena onda, optimismo y felicidad.
Y así voy yendo, aprovechando el día, disfrutando de cada momento, como hace unos instantes con Rosa, tomando unos mates en nuestro jardín.
Seguimos disfrutando el fin de semana, más tarde ya veremos por donde sale la cosa, de momento MUCHAS GRACIAS!!!!!!
Les mando un abrazo!!!!!
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