Por más que el atardecer resulta siempre hermoso, inspirador, estimulante, hay momentos en los que me cuesta arrancar a escribir. Es como si tanta belleza, tanto estímulo, resulten algo paralizantes, como si se ralentizaran mis sentidos, como si todo transcurriera más lentamente, lo cual tiene sus ventajas, pues se pueden saborear durante más tiempo y mejor la alegría, la ilusión, la buena onda, el optimismo y la felicidad que a su vez también se generan más lentamente.
Es todo un proceso que se va agilizando a medida que las palabras van surgiendo y así poco a poco todo vuelve a sus carriles normales, todo vuelve a fluir de modo tal que de esa incapacidad inicial, paso a un estado en el cual así como las palabras también afloran todos esos sentimientos y emociones positivas. Y ese modo de aprovechar el día, de disfrutar todo lo que nace desde lo más profundo de mi ser, me lleva a una nueva fase de ese proceso, me pone en plan compartir, no en plan exhibicionista, sino en modo hacer participar a quienes me rodean de toda esa felicidad.
En ese plan, ese acto generoso, desinteresado, solidario y valiente de compartir, es algo que siempre resulta gratificante y muestra el camino de forma muy clara, como todo ejemplo resulta mucho más efectivo y motivante.
Gracias por estar ahí!!!!! Gracias por compartir!!!!
Les mando un abrazo!!!!!
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