Hace apenas una hora atrás, iba a encontrarme con Rosa en una de las cafeterías del barrio, aprovechando que ella tenía un hueco en su agenda, fuimos a tomar un café. Ese humeante y agradable elixir con el que calentamos el cuerpo, esa excusa que nos lleva al encuentro fugaz, a la charla amena, a generar alegría, ilusión, buena onda, optimismo y felicidad.
En ese trayecto, se me presentó la oportunidad de sacar la foto que les muestro, luego ya casi llegando al local, una ráfaga de viento me reviró el paraguas y lo dejó totalmente retorcido. El temporal que nos afecta, no es obstáculo para continuar con nuestras actividades, con nuestra sana costumbre de encontrarme con mi esposa a tomar un café por la tarde. Es algo que me recarga de energía, haciendo aflorar ese caudal afectivo y emocional, desde lo más profundo de mi ser.
Esos encuentros casi furtivos, que emocionan, que enamoran, que mantienen intacta la magia de estar juntos, de querer cada día un poco más, es algo que forma parte de ese camino hacia el ser feliz. Ese rumbo que tanto les aconsejo y recomiendo, anímense a dar ese primer paso, vale la pena intentarlo.
Gracias por estar ahí!!!! Gracias por compartir!!!! Gracias por intentarlo!!!!
Les mando un abrazo!!!!!
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