Por la tarde nos fuimos hasta Santiago de Compostela, Rosa tenía que hacer unas cosas por allí y luego aprovechamos para hacer una merienda ligera en A Quinta da Auga. Un lugar sumamente acogedor, muy cálido y tranquilo, donde de vez en cuando nos acercamos a tomar algo, a cenar o a pasar la noche en sus cómodas instalaciones, siempre nos genera alegría, ilusión, buena onda, optimismo y felicidad pasar por ese lugar.
Y así vamos yendo, aprovechando el día, disfrutando de la jornada tan especial, festejando mi cumple en casa, con Rosa y mi hermana Carmen, mañana por la noche haremos un festejo algo más importante, sumando algunos amigos. Antes supongo que disfrutaremos la sorpresa que Rosa tiene preparada, eso ya queda pendiente.
Todo eso es parte de la vida y cuando toca pues hay que gozarlo dejando todo las preocupaciones de lado, solo vale festejar y ser feliz.
Gracias por estar ahí!!!!!
Les mando un abrazo!!!!!
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