Hace unos minutos atrás, veíamos el anochecer desde el paseo marítimo de Noia, con ese espectáculo de luces y sombras abonados por esa niebla que poco a poco iba cubriéndolo todo, entrando desde la mar profunda hasta cubrir los montes. En esos momentos dábamos un paseo por allí, haciendo además algunas cosas pendientes y generando alegría, ilusión, buena onda, optimismo y felicidad.
Y por ahí vamos yendo Rosa y yo, aprovechando lo que resta de jornada, disfrutando de todo lo que hacemos, de todo lo que nos vamos encontrando a lo largo del trayecto. La foto es solo una pequeña muestra de algo que nos emociona, eso tan simple, un lugar por el que pasamos a diario, un lugar que hemos visto en innumerable cantidad de oportunidades, sin embargo, cada una de esas veces fue diferente. Esa riqueza, es algo que en gran medida depende de nosotros, de nuestra capacidad de observación, de nuestra actitud ante la vida, ante las cosas que nos rodean.
Todo ello en mi caso, me aporta esa energía extra, ese impulso vital para hacer aflorar mis emociones positivas y al mismo tiempo me ayuda a compartirlas con quienes me rodean, algo tan bueno, tan estimulante, tan auténticamente nuestro, que brindamos de forma desinteresada, solidaria y valiente. Es algo que además nos resulta sumamente gratificante por todo ello y además por el ejemplo que proyecta hacia esos observadores atentos.
Mañana volveremos al camino con fuerza, con ganas y actitud positiva, que descansen y tengan una buena noche.
Gracias por estar ahí!!!!
Les mando un abrazo!!!!!
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