Hace unos momentos, en mis actividades matutinas por Noia y su mercadillo, por otra parte más o menos al mismo tiempo estaba amaneciendo en el aeropuerto de Río de Janeiro, donde se encuentra mi hermana Carmen de camino a Montevideo. Todo se mezcla y todo va tomando su lugar, por un lado la algarabía de siempre en el mercadillo, por otra parte, la alegría, la ilusión, la buena onda, el optimismo y la felicidad de que mi hermana se vaya acercando a nuestro país, a nuestra familia, que buena cosa.
Así vamos yendo, aprovechando el día, disfrutando desde el lugar en que nos encontremos, recogiendo todo lo que la vida nos va dejando en el trayecto, poniéndonos manos a la obra con cada cosa, para extraer su esencia, su energía positiva, esa fuerza vital que nos ayuda en nuestro diario vivir, que nos mueve a hacer aflorar nuestras mejores y más profundas emociones positivas.
Esas sensaciones, esos sentimientos que más allá de sentirlos, de disfrutarlos, tenemos la opción de compartirlos con quienes nos rodean, para que puedan a su vez participar de ese gozoso momento. Es algo que seguramente les resultará gratificante, además de ser ejemplar para quienes observan atentamente.
Por ahí sigo mi camino, con rumbo fijo hacia ese ser feliz que todos buscamos.
Gracias por estar ahí!!!!
Les mando un abrazo!!!!!
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